El pueblo Gitano y su historia.
El origen de los gitanos,
también llamados pueblo rom, roma o romaní, es todavía hoy objeto de debate por
muchas razones. En primer lugar, la cultura gitana ha sido a lo largo de la
historia mayormente ágrafa (Que es incapaz de escribir o no sabe hacerlo), y
despreocupada por su historia, de forma que no han conservado por escrito su
procedencia.
Debido a su notable minoría
y como medida de protección frente a la población local, los primeros grupos de
gitanos que llegaron a la Europa occidental contaban historias inventadas
acerca de sus orígenes, atribuyéndose una procedencia misteriosa y legendaria.
Los primeros movimientos
migratorios conocidos de grupos gitanos datan del siglo X.
Diversos estudios genéticos
y lingüísticos realizados parecen confirmar que los rom son originarios del
subcontinente indio, que es la región geográfica que comprende la mayor parte
de la India histórica, que actualmente se encuentra dividida por los estados de
India, Pakistán, Bangladés, Nepal y Bután. Lo que es más aceptado por la
mayoría de los investigadores es que los romaníes abandonaron la India al
rededor del año 1000 y que podrían haber atravesado lo que ahora es Afganistán,
Armenia, Irán y Turquía.
La procedencia de los
gitanos ha estado envuelta en todo tipo de fantasías. Han sido considerados
descendientes de Caín, también los han identificado con magos caldeos de Siria,
o con una tribu de Israel. Incluso una leyenda balcánica antiquísima, cuenta
que forjaron los clavos de Cristo, por el cual fueron condenados a errar por el
mundo.
¿Qué significa la palabra gitano?
El término español «gitano» procede
de egiptano y se aplicó a este pueblo por la creencia errónea de que procedía
de Egipto.
¿Qué idioma hablan los gitanos de España?
Caló es la lengua de la población gitana española. Utiliza la gramática del castellano y palabras del vocabulario Romaní (lengua de origen de la comunidad gitana). la palabra “caló” o “calé” también es utilizada para referirse a los gitanos españoles (en femenino “calís” o “callís”).
¿Cuándo llegaron los gitanos a la Península Ibérica?
Cómo y cuándo llegaron los
gitanos a la península ibérica es una cuestión muy discutida Una teoría no
demostrada documentalmente, los hace provenir del norte de África, desde donde se
cree habrían cruzado el estrecho de Gibraltar para reconectarse en Francia con
la ruta migratoria norteña. Eran los tingitanos (pronunciación deforme de gitanos,
es decir, que eran procedentes de Tingis, lo que actualmente es Tánger). La
otra, más contundente por estar claramente documentada, es la entrada por el
norte. Si bien hay discusión en la fecha de su llegada, pues se conoce un
salvoconducto concedido en Perpiñán en 1415 por el infante Alfonso de Aragón a
un hombre llamado Tomás, hijo de Bartolomé de Sanno, al que se le atribuía ser
“Indie Majoris Ethiope” y no egipciano, en peregrinación a Santiago de
Compostela. Sí lo era Juan de Egipto Menor, al que Alfonso V en 1425 le concedió
carta de seguro, el que usualmente es aceptado como el primer gitano en alcanzar
la Península Ibérica.
En el año 1435 fueron vistos
en Santiago de Compostela, y en 1462 fueron recibidos con honores en Jaén. Años
más tarde, a los egipcianos (de donde procede realmente el nombre de gitanos)
se les sumaron los grecianos, viajeros que se introdujeron por la ribera
mediterránea en los años ochenta del siglo XV, seguramente a causa de la caída
de Constantinopla. Unos y otros continuaron vagando por la península.
El número de gitanos que entraron
o vivieron en la Península en el siglo XV se estima aproximadamente en 3.000
individuos.
Los gitanos andaban en
grupos, de unas 80 -150 personas, liderados por un hombre.
Cada grupo independiente se relacionaban
a distancia con alguno de los otros grupos, existiendo quizás relaciones de
parentesco (algo normal en nuestros días entre los gitanos españoles).
La división entre cada grupo
era cambiable y en ocasiones estos grupos se seguían a corta distancia y por
las mismas rutas.
El método de supervivencia
más utilizado era la de mostrarse ante un noble como peregrinos cristianos y
así conseguir su protección. para
Llevaban una forma de vida errante y se dedicaban principalmente al espectáculo y a la adivinación.
El comienzo de la persecución de los gitanos en el siglo XVI.
El siglo XV considerado como
la edad de oro del pueblo gitanos en Europa. Deambulaban de provincia en
provincia y aunque es verídico que fueron desterrados con frecuencia, habría
que esperar al siglo XVI para que se desatara una persecución que se podría comparar
al antijudaísmo de los europeos. En el siglo XV los tópicos negativos aún no
estaban enraizados y a causa de la hostilidad la cultura gitana se dispersó por
todo el continente, uniéndose con las culturas y los idiomas locales. Empezaron
a no ser bien vistos por los poderes dominantes, por la población local y la religión
dominante.
Cuando se descubrió América,
en 1492, los gitanos ya estaban integrados por toda Europa, donde
principalmente se les acogió, comenzaron a ser perseguidos, desterrados,
castigados, exterminados y esclavizados (como en Rumania, donde la esclavitud del
pueblo gitano no fue abolida hasta 1864). Los altercados entre los no gitanos y
los gitanos persistirían desde el siglo XVI hasta la actualidad. En España, 1499
se les obligó a abandonar la vida nómada. En 1500, la Dieta de Augsburgo los
expulsó de Alemania. En 1505 Jacobo IV de Escocia les otorgo un salvoconducto y
se marcharon a Dinamarca. Llegando a Suecia en 1512 y en 1514 a Inglaterra, de
donde se les desterró, en 1563. Antes de eso, en España se les condenaban en
1539 a la pena de seis años de galeras.
A finales del siglo XVI en
toda Europa el modo de vida de los gitanos, era perseguido y castigado estando
al borde de la extinción tras la Gran redada de 1749. Se los obliga a
sedentarizarse al tiempo que no se les permite la entrada en muchas ciudades,
los afinan en determinados barrios, debían trabajar en oficios reconocidos. La
tenacidad de los gitanos, sus estrategias de ocultamiento, la capacidad para
cruzar fronteras o para aliarse con la población autóctona, hacen que los
gitanos de toda Europa se resistan y conserven sus propios caracteres
culturales intactos hasta la actualidad.
Ante la falta de testimonios
escritos y lo negativo de los ajenos, son valiosas las referencias de George
Borrow, que se acercó al mundo gitano con interés y curiosidad en la primera
mitad del siglo XIX. En sus viajes por
Europa como predicador protestante contactó con grupos gitanos cuyo idioma
aprendió, traduciéndolo o publicando el Evangelio en caló.
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